Todavía hoy nacen canciones artesanas

Nuevo disco de estreno en 2022

En “Canto y semilla” abrazo la música de raíz y la canción de autor. En este trabajo florecen canciones artesanas: historias y melodías de cuando sólo había tierra y un hogar labrado en el silencio de los campos. En mis canciones se arremolinan astillas, polvo de luces y sombras, plateadas memorias y caminos curtidos.

Paradójicamente, siempre me he sentido sin una fuerte raíz y aún sigo en su búsqueda. Creo que ser un pez de ciudad me ha privado en ocasiones de un buen abrazo de pueblo. Intento sentir ancladas las piernas, pero siempre siguen flotando como cuando intentas caminar dentro del agua. Por lo tanto, ¿qué quiero aportar con mi trabajo? Ya que no puedo encontrar “lo puro” me he dado yo misma el permiso para compartir la mixtura de todo lo que soy: un paseo por mi geografía personal.

Soy una enamorada de las palabras, y en este trabajo me acompañan nuevos vocablos que sin querer me redefinen: tragaluz, carnaval, junco, rosal, salvia, inquebrantable, parral, albahaca, azabache, león, cañaveral…

Inspirándome en paisajes de aquí y de otras latitudes, en este trabajo se mezclan, a nivel musical, muchas influencias. La mayoría beben de la música ibérica, canaria y latinoamericana. No en balde Canarias ha sido y es lugar de encuentro entre estas y otras culturas.

El minucioso trabajo de producción musical ha sido llevado a cabo por Mon Cabrera. Ha preparado la tierra concienzudamente, escogido las mejores semillas y ha pasado horas y horas bajo el sol de la esperanza, dando forma a las canciones hasta convertirlas en liso barro cocido, entretejiendo cuidadosamente magia y sonido. 

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Lenguajes que suman.

La mirada de la fotógrafa Elena Sol abraza “Canto y semilla”

“Tierras negras” es un trabajo de investigación y una exposición surgida del proceso creativo entre ambas hermanas.

“En esta composición visual me propongo mirar el hogar desde las notas de Canto y Semilla. Mirar el mundo a través de historias y melodías -como escribe su autora Marta Solís- de cuando solo había tierra.

Llegado en estos momentos el tiempo de replegarse, volvemos el cuerpo entero hacia lo abismal, demandando lugar y hueco donde nutrirnos. Igual que la raíz no crece hacia arriba, sino que va ahondando y extendiéndose, y uniéndose a otras crece más fuerte para emerger y sentir después el viento, su propia fuerza y su movimiento, igual que ella, nosotros, nos construimos en el mañana con las sales del pasado.

Y allí abajo, en lo profundo, en las Tierras Negras, es donde la sustancia se acumula y enriquece desde la raíz cualquier salida al exterior.

Forman esta colección imágenes de mi archivo y de algunos de mis últimos proyectos, recontextualizadas con fotografías realizadas exprofeso para el trabajo musical de Marta Solís”. (Elena Sol)